La grandeza del arte, que no solo sirve al artista que lo ha creado, sino que produce una satisfacción colectiva, satisfacción que a decir de Lacan, no pide nada a nadie es algo que opera entre el sujeto solo y el objeto.
Es una presencia que se basta por si sola.
Centro Georges Pompidou de Paris
4 comentarios:
Pero qué difícil es alcanzar esa soledad entre el objeto y el sujeto. Qué llena está esa soledad del ruido de los prejuicios, de los propios y de los ajenos.
Más bien que creo que en el arte la conexión se produce entre dos sujetos, y el objeto es solo el vehículo de la emoción. No es una idea muy original. Es propable que tan solo sea otro prejuicio que me impide esa soledad.
El arte existe desde que dos miradas se cruzaron.
Siento la grandeza en la aceptación de lo bello, donde quiera que se encuentre: en el objeto, en su creador, o en el espectador. El arte comparte esa grandeza cuando comunica la belleza, presente en este mundo grotesco, que el hombre manipula. La intimidad que se establece entre el sujeto y el objeto, le sirve de fundamento y anula la aparente soledad.
El arte será y persistirá siempre que podamos verlo o al menos saber que está ahí (bien sea un objeto, un dibujo, una foto...) Pocas cosas son inmortales en este mundo... el arte es una de esas cosas...
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