Pueblo de Monte Carmelo
Muy temprano la caravana se puso en marcha, nos desplazamos desde diferentes puntos para reunirse en un pequeño pueblo del estado Trujillo : Monte Carmelo
Salimos de Barquisimeto, rumbo al encuentro, la alegría acorta el camino, muy pronto nos reciben los coloridos jarrones y móviles del pueblo de Tintorero, las hamacas con sus lindas traperas se mecen con nuestro entusiasmo. Más adelante cortinas de queso taparita resplandecen con su blancura sobre la aridez de la tierra. Chivos que cuelgan de sus patas esperan convertirse en un delicioso plato de nuestra gastronomía larense.
Salimos de Barquisimeto, rumbo al encuentro, la alegría acorta el camino, muy pronto nos reciben los coloridos jarrones y móviles del pueblo de Tintorero, las hamacas con sus lindas traperas se mecen con nuestro entusiasmo. Más adelante cortinas de queso taparita resplandecen con su blancura sobre la aridez de la tierra. Chivos que cuelgan de sus patas esperan convertirse en un delicioso plato de nuestra gastronomía larense.
Dejamos la autopista Lara-Zulia para tomar la Carretera Panamericana, verdes cañaverales la bordean, a lo lejos la caña arde hasta encontrar su dulzura y el amarillo, el amarillo en flor de nuestro árbol nacional desde 1948: El Araguaney, hermosea todo el paisaje
Ya estamos en el estado Trujillo, nos detenemos, entre bromas y risas probamos las ricas piñas trujillanas, el pan andino y por supuesto un cafecito. La economía de este estado se basa fundamentalmente en los cultivos de: café, caña de azúcar, piña, cambur, plátanos ,remolachas y yuca
Unos Km más adelante dejamos la Panamericana y comenzamos el ascenso hacia Monte Carmelo, pueblo fundado en 1656 a unos 940 m.s.n.m., debe su nombre a su patrona la Virgen del Carmen. Helechos, matas de cambures, novios, corazones y cristalinas chorreras de agua nos acompañan.
Finalmente hemos llegado, la vieja trilladora de café, nos sirve de posada, por este fin de semana, volvera a tener el bullicio y el ajetreo de otros días
Estamos borrachos de alegria, abrazos y besos. En la noche el compartir alrededor de la mesa o en animados grupos. Vuelvo a oír la alucinante historia del matrimonio de mí mamá, vestida de novia, con su cortejo en 12 caballos, atravezando aquellos parajes de Pedregal, y papá esperando a las puertas de la iglesia. Las pícaras historias de la tía Ada hacen reir a todos,como el de aquella noche "de luna clarita" en que enterada de que su esposo visitaría a una amante galopó detrás de él vestida de hombre, espero que entrara al lugar de la cita y paso seguido le puso un candado a aquella puerta, voto la llave y se fue a dormir muy tranquila.
Al día siguiente nos despedimos con la promesa de reunirnos el año próximo y con la convicción de que la cohesión familiar, el afecto, la esperanza de la mano tendida hacia el otro y el compartir, hacen que las familias cumplan ese papel integrador, que protege la salud mental. En nuestros oidos el eco del poema escrito por mí hermana Teresa.
"Pasan los años y todo
va cambiando en el seno familiar,
como la primavera,
como el agua que va cantando
en el riachuelo.
Nuevas generaciones,
nuevos rostros y
otros semblantes que te diran
cuan largo es el camino
somos peregrinos"....
Estamos borrachos de alegria, abrazos y besos. En la noche el compartir alrededor de la mesa o en animados grupos. Vuelvo a oír la alucinante historia del matrimonio de mí mamá, vestida de novia, con su cortejo en 12 caballos, atravezando aquellos parajes de Pedregal, y papá esperando a las puertas de la iglesia. Las pícaras historias de la tía Ada hacen reir a todos,como el de aquella noche "de luna clarita" en que enterada de que su esposo visitaría a una amante galopó detrás de él vestida de hombre, espero que entrara al lugar de la cita y paso seguido le puso un candado a aquella puerta, voto la llave y se fue a dormir muy tranquila.
Al día siguiente nos despedimos con la promesa de reunirnos el año próximo y con la convicción de que la cohesión familiar, el afecto, la esperanza de la mano tendida hacia el otro y el compartir, hacen que las familias cumplan ese papel integrador, que protege la salud mental. En nuestros oidos el eco del poema escrito por mí hermana Teresa.
"Pasan los años y todo
va cambiando en el seno familiar,
como la primavera,
como el agua que va cantando
en el riachuelo.
Nuevas generaciones,
nuevos rostros y
otros semblantes que te diran
cuan largo es el camino
somos peregrinos"....