miércoles, 30 de julio de 2008

Caminos


Caminos de arena.......


De viento.......




De olvido.

miércoles, 23 de julio de 2008

Pasajera

Tomo su maleta de recuerdos y se sentó a esperar que el dolor pasara, en su cartera…..las esperanzas

domingo, 6 de julio de 2008

Los maravillosos días

Henri cartier Bresson

Ya terminan las sabias explicaciones,
ya van a dar principio las vacaciones
bendito día, bendito día
que a nuestro pecho llevo dulce alegría.
Al calmar los rigores del duro estío,
nos esperan las aguas del manso río
y en la pradera y en la pradera
las frutas deliciosas también esperan.
Gozan hoy sobre todo los escolares
los que viven ausentes de sus hogares,
son ruiseñores, son ruiseñores
Que regresan al nido de sus amores.
Como alumnos juiciosos buenos y prudentes,
no olvidemos los libros completamente,
de cuando en cuando, de cuando en cuando
las lecciones sabidas van repasando.
No olvidemos un momento la santa escuela
ni al maestro celoso que se desvela ,
por instruirme, por instruirme,
y elevar nuestras almas y redimirnos.

Así rezaba el himno que entonábamos en el mes de julio, en la escuela de mi pueblo. Cada día que pasaba, nos hacía redoblar el vigor con que cantábamos. Nuestros agudos gritos se escapaban por las ventanas y recorrían callejuelas y caminos. Previniendo al río con sus matas de mamón, a los cardones y sus dulces frutos, a las cabras y sus cabritos, a las abejas y su miel . Una bandada de loros voló con su algarabía para celebrar que los niños volverían con sus largas horas de juegos y retozos. A los campos, a la plaza y a cualquier corredor o patio donde nos permitieran, dar rienda suelta a aquel júbilo, que hasta ese momento solo había salido de nuestras gargantas.

Ya podría correr tras las amarillas, naranjas y celestes mariposas, danzar con mi hermana bajo un árbol de vera , mientras el viento echaba sobre nuestras cabezas confites de hojas y flores. Sentir de cara a la tierra el olor de la verdolaga , correr tras las perdices hasta oír el llamado de mamá- muchachos a comer- despúes, el mandato era reposar, entonces, tendidos en el corredor, sobre los agujeros de los ladrillos, jugabamos metras (canicas).

Más tarde otro llamado- muchachos hora de la oración- a lo lejos el repicar de las campanas del pueblo…. eran las seis de la tarde. Bendición mamá.