domingo, 6 de julio de 2008

Los maravillosos días

Henri cartier Bresson

Ya terminan las sabias explicaciones,
ya van a dar principio las vacaciones
bendito día, bendito día
que a nuestro pecho llevo dulce alegría.
Al calmar los rigores del duro estío,
nos esperan las aguas del manso río
y en la pradera y en la pradera
las frutas deliciosas también esperan.
Gozan hoy sobre todo los escolares
los que viven ausentes de sus hogares,
son ruiseñores, son ruiseñores
Que regresan al nido de sus amores.
Como alumnos juiciosos buenos y prudentes,
no olvidemos los libros completamente,
de cuando en cuando, de cuando en cuando
las lecciones sabidas van repasando.
No olvidemos un momento la santa escuela
ni al maestro celoso que se desvela ,
por instruirme, por instruirme,
y elevar nuestras almas y redimirnos.

Así rezaba el himno que entonábamos en el mes de julio, en la escuela de mi pueblo. Cada día que pasaba, nos hacía redoblar el vigor con que cantábamos. Nuestros agudos gritos se escapaban por las ventanas y recorrían callejuelas y caminos. Previniendo al río con sus matas de mamón, a los cardones y sus dulces frutos, a las cabras y sus cabritos, a las abejas y su miel . Una bandada de loros voló con su algarabía para celebrar que los niños volverían con sus largas horas de juegos y retozos. A los campos, a la plaza y a cualquier corredor o patio donde nos permitieran, dar rienda suelta a aquel júbilo, que hasta ese momento solo había salido de nuestras gargantas.

Ya podría correr tras las amarillas, naranjas y celestes mariposas, danzar con mi hermana bajo un árbol de vera , mientras el viento echaba sobre nuestras cabezas confites de hojas y flores. Sentir de cara a la tierra el olor de la verdolaga , correr tras las perdices hasta oír el llamado de mamá- muchachos a comer- despúes, el mandato era reposar, entonces, tendidos en el corredor, sobre los agujeros de los ladrillos, jugabamos metras (canicas).

Más tarde otro llamado- muchachos hora de la oración- a lo lejos el repicar de las campanas del pueblo…. eran las seis de la tarde. Bendición mamá.

14 comentarios:

Queiles dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Queiles dijo...

Nostalgia sugerenten y colorida.El color que no tien la foto lo aportan tus palabras.Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡¡Esos veranos de la infancia!!

Anónimo dijo...

El idilio del mundo infantil, la remembranza de los adultos, el confluir de todas las voces, cada cual con su lenguaje: colores, roces, graznidos, espacios, canicas. He aquí Maritza, una evocación en tu mundo que se valida en otros mundos.
Un abrazo de xavier.

jg riobò dijo...

Estos veranos de antes te colocan en un estado melancólico.

ZurcodraciR dijo...

Añoranza y nostalgia es la descripción que cada uno de nosotros al leer esta entrada siente. En mi caso particular, añoranza por esos días jugando con mis primos en el rio que pasa por detrás de la casa familiar. Subiendonos a la mata de mango y tirandonos hacia el pozo. Lindos recuerdos del ayer, de las memorias del pasado.

alexandra dijo...

Hola Maritza, ojalá que el año que viene puedas viajar a la Argentina, Buenos Aires es una hermosa ciudad, que estoy segura que te encantará. En cuanto a otros lugares también los tenemos maravillosos (Cataratas del Iguazú, la Patagonia, las Provincias del Norte, Salta, Jujuy, Catamarca).
Este post sobre las vacaciones me ha dado ganas que llegue el verano, que ahora parece tan lejano en este invierno de Buenos Aires. Un gran abrazo.

Maritza dijo...

Amigos quise rendirle tributo a ese himno, que cante hace más de 40 años, y que todavía por estas fechas viene a mí mente con su cascada de recuerdos. Venezuela tiene dos estaciones climáticas, la de sequía (verano), no llueve de Diciembre – Abril y la de lluvias de Mayo a Noviembre. Las vacaciones escolares las disfrutamos en Agosto. Ahora mis vacaciones serán en Septiembre y los destinos son otros deliciosos y pintorescos lugares.

fitziane dijo...

Bellísimo el post. Esos también son mis recuerdos de Baragua. !Qué tiempos aquellos!

Ericarol dijo...

Hermoso país hermano Venezuela, cuna de tantas reinas de belleza. Preciosos fotos. Abrazos.

XuanRata dijo...

¿Dónde está sobre todo aquella sensación de duración sin limites? Ahora que las vacaciones son un compartimento más, lo que más echo de menos es mirar al horizonte del verano y no ver más islas que las de los libros de Julio Verne.

JUANAN URKIJO dijo...

Qué bellos recuerdos, Maritza, impregnados de matices, colores y aromas de la infancia. Se nota que en ti han dejado una hermosa y profunda huella emocional...

Besos.

Anónimo dijo...

sacarle provecho a las adversidades despierta la creatividad dejaremos de ser tercermundistas

Josue Huertas dijo...

Hola! mi mamá recuerda con mucho kariño esa canción.. Me gustaría conocer el nombre de la misma y el autor de ser posible! Un saludo fraternal desde Guatemala.